En los últimos tiempos hemos visto como nuevos temas van ganando en la preocupación de los empresarios, requiriendo su atención.Por un lado los posibles inconvenientes que podría producir una falta de energía eléctrica generalizada. Nuestra actividad depende absolutamente de este servicio, y problemas en el suministro podrían traer aparejado serios inconvenientes, incluyendo la pérdida de competitividad en los mercados por no cumplir con plazos pactados o sobrecostos. Y según los expertos consultados por esta cámara, la situación no tendría solución integral sino hasta en un mediano plazo.
Una sugerencia que debe ser transmitida por esta conducción es, las empresas deberían invertir en equipamientos que aseguren el suministro para sus demandas básicas, o instalarse en edificios que las posean. Lamentablemente aún esto podría resultar insuficiente, porque dependerá que sus proveedores de servicios o subcontratistas que operen en otros sitios, también hayan implementado planes de contingencia similares, por lo que un chequeo con la cadena de proveedores mas relevantes sobre su situación particular, aparece como altamente recomendable.
También vemos el incremento de los costos en general de la economía. Con los valores de alquileres y propiedades creciendo, así como varios de los servicios, la presión por los salarios, y muchos otros temas que todos ustedes conocen. Algunos de estos problemas son producto de una economía que viene creciendo a tasas muy altas. Otros no, y deberán ser solucionados mediante acciones que el gobierno deberá articular, y políticas públicas que el país deberá implementar.
Finalmente vemos que el crecimiento que nuestro propio sector viene mostrando, también requiere ir buscando soluciones a problemas de competitividad sistémica, porque los negocios rentables en un tamaño y en un entorno, pueden no serlos en otro.En suma, nuevos problemas, y nuevos desafíos para los empresarios.Algunos de estos problemas no pueden no pueden ser solucionados desde nuestra posición empresarial, aunque podemos buscar alternativas que minimicen su impacto. Por ejemplo comprar generadores y asegurarse el combustible. Pero sobre otros si podemos actuar, o al menos hacernos reflexionar sobre si la manera en que estamos haciendo los negocios, es la mas adecuada.Porque tal vez la hora exija que se deban hacer algunos ajustes para que los mismos continúen de manera exitosa.
Y en este punto me quisiera detener y hacer una breve reflexión. No es menor la necesidad que algunas empresas, vayan buscando nuevas formas de cooperación, que le permitan superar algunos de los desafíos mencionados. Nuevas formas de asociatividad deberían ser exploradas, incluyendo compartir infraestructuras (tener las oficinas en edificios comunes, por ejemplo), organizar join-ventures comerciales, I&D compartido, acciones de co-marketing, planes de capacitación y retención de empleados comunes, y muchas otras acciones. Y por qué no, hasta la fusión misma entre empresas.Muchas de nuestras empresas han tomado un tamaño insospechado años atrás, tanto nacionales como internacionales (en nuestro medio), y la competencia se ha tornado mas compleja. Si a esto le sumamos los mercados en el exterior que se han ido ganando, que exigen ampliar los servicios, sin dudas esto constituye un nuevo horizonte que necesitaría ser explorado.
En definitiva una industria cuyas empresas se agrupen en intereses comunes y busquen dotarse de mayor integración, en suma, va hacia una mejora en la competitividad sistémica, entre otras cosas ganando en escala.
Recientemente han surgido un par de iniciativas de créditos y subsidios que Finantic ha dado cuenta para el desarrollo de aglomerados productivos. Tal vez sea hora que muchos comiencen a pensar seriamente en esto. Y compartir infraestructuras, especialmente pensando en el tema energético, parecería ser un buen comienzo de algo que podría tener un grado mayor de profundidad en el futuro.
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