Como podrán leer en este boletín, CESSI ha sido reconocida hace unos días por ITSitio, uno de los medios mas leídos en el sector. Es interesante leer los motivos que llevaron a los organizadores a otorgarnos este reconocimiento. Les recomiendo que lo hagan.
Cuando miramos en retrospectiva la situación del sector, comparando los datos actuales con la que se presentaba unos pocos años atrás (incluso previos a la crisis), no podemos sino sentir una legítima satisfacción por algunos de los resultados alcanzados.
Veamos.
De un poco mas de 14.000 empleados en el año 2000 (previo a la crisis), pasamos a mas de 35.000 (unas 2,5 veces mas). Y la mayor parte de estos dedicados al área técnica-productiva.
De tener una participación menor al 0,6% del PBI Argentino, ya hemos superado el 1,2% (y con una economía creciendo al 9%). Altos funcionarios públicos, políticos, empresarios, analistas y formadores de opinión están reiteradamente mencionado al sector como uno de los posibles factores claves para un futuro de Argentina. Antes esta percepción era muy baja como se recordarán. Empezamos a tener visibilidad en el mercado internacional como players, habiendo crecido nuestras exportaciones mas de cinco veces (y superando a sector como el vitivinícola por ejemplo). Empresas líderes mundiales están haciendo inversiones y esto como muchos sabemos es solo el comienzo, hay muchos anuncios aún por venir. El año pasado se invertido una cuantiosa suma (considerando los escasos recursos que destina nuestro país), en inversión especialmente en Investigación y Desarrollo, superando el 8% de los gastos totales de nuestras empresas.
Más de 280 empresas se han presentado para ser promovidas por ley, abriendo sus estados financieros y relevando la información de su personal, lo cual muestra un sector que comparativamente tiene muchos menos inconvenientes fiscales y tributarios que otros sectores de la economía.
Y finalmente vemos que ha cambiado el clima de negocios, y si bien aparecen nuevos problemas (la rentabilidad, la disponibilidad de recursos humanos que sustente el crecimiento, etc.), es notorio que la gran mayoría de las empresas están viviendo una etapa de crecimiento o consolidación.
Por otro lado, como nunca se han podido instrumentar políticas públicas mixtas, como ser las leyes de promoción (nacionales o provinciales), planes estratégicos, difusión de carreras informáticas, centros de I+D, creación de Polos tecnológicos, planes de financiamiento. Y si bien han sido los gobiernos los responsables de implementarlos, buena parte de las mismas han salido por impulso (y con el aporte) del sector privado, y esta cámara en particular.
En suma, algo cambió en los últimos años. No solo el valor de la moneda o las autoridades de los gobiernos. También se está consolidando una industria que hoy es una importante generadora de empleo, ingresos para el país, y que tributa de manera directa e indirecta casi un 80% del presupuesto universitario de Argentina.
Aún estamos lejos de lo que debería ser. Todos sabemos que esto son señales primarias de algo que podría ser relevante para el futuro de nuestro país. Pero podríamos decir, que estamos en una colina mucho más importante que años atrás. Tenemos la montaña de oportunidades por delante, pero podemos mirar la quebrada que quedó bastante abajo y sentir un pequeño aunque legítimo orgullo. Aunque nos de vértigo mirar el camino andado o preocupación el que tenemos al frente.
Cuando miramos en retrospectiva la situación del sector, comparando los datos actuales con la que se presentaba unos pocos años atrás (incluso previos a la crisis), no podemos sino sentir una legítima satisfacción por algunos de los resultados alcanzados.
Veamos.
De un poco mas de 14.000 empleados en el año 2000 (previo a la crisis), pasamos a mas de 35.000 (unas 2,5 veces mas). Y la mayor parte de estos dedicados al área técnica-productiva.
De tener una participación menor al 0,6% del PBI Argentino, ya hemos superado el 1,2% (y con una economía creciendo al 9%). Altos funcionarios públicos, políticos, empresarios, analistas y formadores de opinión están reiteradamente mencionado al sector como uno de los posibles factores claves para un futuro de Argentina. Antes esta percepción era muy baja como se recordarán. Empezamos a tener visibilidad en el mercado internacional como players, habiendo crecido nuestras exportaciones mas de cinco veces (y superando a sector como el vitivinícola por ejemplo). Empresas líderes mundiales están haciendo inversiones y esto como muchos sabemos es solo el comienzo, hay muchos anuncios aún por venir. El año pasado se invertido una cuantiosa suma (considerando los escasos recursos que destina nuestro país), en inversión especialmente en Investigación y Desarrollo, superando el 8% de los gastos totales de nuestras empresas.
Más de 280 empresas se han presentado para ser promovidas por ley, abriendo sus estados financieros y relevando la información de su personal, lo cual muestra un sector que comparativamente tiene muchos menos inconvenientes fiscales y tributarios que otros sectores de la economía.
Y finalmente vemos que ha cambiado el clima de negocios, y si bien aparecen nuevos problemas (la rentabilidad, la disponibilidad de recursos humanos que sustente el crecimiento, etc.), es notorio que la gran mayoría de las empresas están viviendo una etapa de crecimiento o consolidación.
Por otro lado, como nunca se han podido instrumentar políticas públicas mixtas, como ser las leyes de promoción (nacionales o provinciales), planes estratégicos, difusión de carreras informáticas, centros de I+D, creación de Polos tecnológicos, planes de financiamiento. Y si bien han sido los gobiernos los responsables de implementarlos, buena parte de las mismas han salido por impulso (y con el aporte) del sector privado, y esta cámara en particular.
En suma, algo cambió en los últimos años. No solo el valor de la moneda o las autoridades de los gobiernos. También se está consolidando una industria que hoy es una importante generadora de empleo, ingresos para el país, y que tributa de manera directa e indirecta casi un 80% del presupuesto universitario de Argentina.
Aún estamos lejos de lo que debería ser. Todos sabemos que esto son señales primarias de algo que podría ser relevante para el futuro de nuestro país. Pero podríamos decir, que estamos en una colina mucho más importante que años atrás. Tenemos la montaña de oportunidades por delante, pero podemos mirar la quebrada que quedó bastante abajo y sentir un pequeño aunque legítimo orgullo. Aunque nos de vértigo mirar el camino andado o preocupación el que tenemos al frente.
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