Editorial publicado el 20 de Marzo, 2006
El Jueves pasado (16/3), tuve el raro privilegio de ser uno de los pocos que pudimos ver un hecho inusual. El caso es que fui invitado para la entrega de los primeros 800 vouchers para quienes harán los cursos de capacitación dictados por Sun y Oracle, de acuerdo al programa que hemos acordado con el Ministerio de Trabajo.
Les recuerdo que esta capacitación, destinada a desempleados o subempleados, los habilita para trabajar inmediatamente y que los postulantes pasan por un severo control, que según me dijeron los organizadores, elimina mas del 50% de los postulantes. De los 6.000 que se han postulado hasta ahora, 800 ya estarán cursando cuando este boletín haya salido a los socios.
Y aquí viene la anécdota que da pié al título. Fuimos invitados a una escuela secundaria de la zona de Balvanera, cerca de la UTN Bs.As., que era el sitio donde se entregaban los vouchers y había una pequeña ceremonia. Día de lluvia intensa si se recuerdan. Cuando llegué me encontré una cola de gente de mas de dos cuadras para entrar. Al principio dudé de la dirección, hasta que al querer entrar a la escuela y decir que no me colaba sino que debía estar para una ceremonia porque era parte de los organizadores, me comenzaron a pedir si podían pasar del turno tarde al de mañana, o viceversa, o si podían cambiar del Java básico al avanzado, etc., etc.....Salí como pude dando explicaciones sobre quienes eran los reales organizadores, y llegué al auditorio donde a los pocos minutos había unas 650 personas sentadas (el resto quedaron fuera con su voucher, porque la capacidad del auditorio se colmó y en la era post-cromagnon no dejan entrar gente parada). Y me puse a reflexionar que estábamos entregando "una puerta al futuro" de un montón de jóvenes, que anteriormente no tendrían muchas esperanzas de un empleo decente y bien remunerado. Y que no solo irían a recibir un curso de buena calidad de forma absolutamente gratuita, sino que tendrían grandes posibilidades de ser empleados de nuestras empresas en muy poco tiempo. Se me cruzó por la cabeza Enero del 2002, cuando nos reuníamos para saber que quedaría de Argentina, si alguien quedaba... En fin, mucha agua a pasado bajo el puente... Y para completar el cuadro, luego me enteré que una parte de ellos percibían planes asistenciales del gobierno (y que ahora dejarán, gracias al trabajo que nosotros le daremos), e incluso que un grupo de 51 (sobre un total de 100), con discapacidades diferentes, estarían siendo entrenados a partir del siguiente Lunes, en ALPI.
Señores...si un sector es capaz de articular estos planes, invirtiendo de esta manera nuestro dinero junto con el gobierno, dando un empleo digno, y ayudando al crecimiento de industrias claves, no solo estaríamos ante una forma absolutamente diferente de construir un país, sino generando las posibilidades de un mayor desarrollo aún. No dejo de alegrarme que Cessi haya tenido la constancia como para llegar a realizar esto con su comisión de RRHH. Así como tener la calidad de las empresas que tiene asociadas (en este caso Sun y Oracle, aunque hay que destacar a toda la cadena de empresas que luego tomarán a las personas capacitadas). Ni el esfuerzo de trabajar con el estado en algo donde todos ganan, más aún estas personas. Para nuestras empresas serán 300, 400, 500 o no se cuantos nuevos programadores. Es parte la una solución, a uno de los problemas que tenemos. Al fin del proyecto (que incluye los próximos cursos de Microsoft), serán 3.500. Y seguramente podremos firmar acuerdos similares por tantos otros mas, con estas u otras empresas según estamos viendo.
Cuando terminó todo, los pocos que estábamos (Daniel Hernández, Marcel Peralta y Mario Sosa por el Ministerio, Silvana Marrone y Carolina Benito de Oracle, Cecilia Arrillaga de Sun y yo), creo que nos fuimos con las pilas recargadas. Sentimos que algo distinto se había hecho.
En fin...fue todo un placer. Solo esto, justificaría el tiempo y esfuerzo que usamos para la cámara.
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