Días pasados, hemos podido formalizar la existencia del CFESSI – Consejo Federal de Entidades de Software y Servicios Informáticos en Argentina – en conjunto con Polos y Clusters Tecnológicos de todo el país. Esta es una iniciativa que CESSI presentó el año pasado en el encuentro empresarial de San Nicolás y que tuvo buena acogida por casi todos los representantes regionales. No será un ente jurídico sino una mesa de enlace de manera de articular políticas regionales, coordinadas con las nacionales que podemos llevar adelante nosotros como representantes nacionales. Nuestra Cámara detenta la secretaría permanente, mientras que la presidencia será rotativa entre los miembros por períodos que van de un encuentro a otro (aproximadamente cada cuatro meses).
Si bien en Mar del Plata firmamos el documento de adhesión, ya venimos trabajando en conjunto con los Polos de Mendoza, Mar del Plata, Buenos Aires, Tandil y el Cluster de Córdoba, siendo esta última la cuarta reunión de coordinación que mantenemos. También están participando otros polos en formación, que se incorporarán en la medida que tengan la estructura y madurez necesaria. Y aún esperamos que alguna entidad que no participa reflexione sobre la necesidad de articular políticas en común con el resto de la comunidad SSI.
Y este evento me lleva a una reflexión más profunda ligada a la importancia de la asociatividad como herramienta apta para lograr la generación de políticas apropiadas para el sector (sí, ya sé…hemos hablado reiteradamente de esto, pero no está de más reforzar un tema que tantas ventajas nos ha generado).Estamos en una situación especial, impensada por muchos de nosotros mirando la historia de Argentina. El sector, tal vez como nunca, está obteniendo una percepción de la sociedad, como una de las áreas que deben ser priorizadas dentro de la economía nacional. Y, en consecuencia, se generan políticas públicas y privadas de fomento, impulso y promoción. Algunas aún tibias, otras algo más interesantes, pero finalmente notamos que no es ajeno el tema en los círculos de decisiones y se está mirado con cierto grado de positivo respeto el accionar sectorial.
Es por eso que creo que estamos en pleno proceso de poder lograr que tengamos una industria saludable, sostenible y relevante. Dependerá en alguna medida de nosotros mismos que esto sea mas real que potencial. ¿Es posible pensar que el negocio SSI se duplique o triplique en pocos años en Argentina? No hay razones para pensar que esto no sea posible, aunque tengamos restricciones como el tema de los RRHH. Pero, para que sea factible, aún tenemos mucho para caminar y especialmente debemos definir algunas áreas prioritarias donde enfocarnos. De eso hablaremos en Cariló.
Decía Adam Smith en 1776 “…hemos nacido en una época en que hubieran deseado vivir los mas grandes legisladores de la antigüedad. Muy pocos hombres han podido gozar de la oportunidad de tener que elegir su forma de gobierno….¿Cuándo, antes de nosotros, se ha dispuesto de amplios poderes y una autoridad propicia para formar y establecer el gobierno más sabio y venturoso que la humanidad pueda concebir?…”, en referencia a la redacción de la constitución de los Estados Unidos. Salvando el tema y la época, yo usaría similares palabras, diciendo: “¿cuándo hemos podido gozar de la oportunidad de definir la forma de una industria y su proyección, teniendo algunos poderes y autoridad como para que pueda ser llevado adelante?”.Esta situación, tal vez única, hace relevante el tiempo en el que vivimos y nuestro rol será decisivo en este sentido.
Mucho podemos hacer. Pero dependerá de que trabajemos pensando en grande y en el mediano plazo. Los resultados están a la vista: el negocio crece mucho más que la economía. Y es probable que siga esa tendencia. Con lo cual, augurar que Argentina pueda tener una industria que duplique o triplique la actual, podría no resultar aventurado.
Será pues cuestión de acordar y trabajar en un sólo plan y con un sólo objetivo.
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